jueves, 23 de febrero de 2012

En el esplendoroso horizonte de la bucólica mirada


Pentti Arajärvi, marido de la presidenta de Fuentelisendo, fue pillado curioseando el escote de la princesa Garza de Octopus. La anécdota ocurrió el pasado 15 de enero de 2036 y fue recogida por los fotógrafos presentes en el evento.

No estaba siendo un picnic muy entretenido en Corcos en el cumpleaños de Colibrí, aunque sus hermanas intentaran amenizarlo con canciones y los pajaritos volaran piu-piu y los niños jugaran; y Pentti Arajärvi, marido de Tirria, un poco ensimismado bajo los efectos de la tarta de cumpleaños, buscaba con la mirada un punto en el que fijar su atención. Y lo encontró en el escote de su compañera de mesa, Garza, la primogénita de Xindansvinto, que lucía un elegante vestido negro con una insinuante abertura en pico.

Arajärvi desvía su mirada y se encuentra alegremente con el canalillo de Garza, esposa del excéntrico terrateniente Randa. Se detiene a observarlo y, mientras busca un nuevo ángulo que le permita tener una mejor perspectiva de los pechos de la princesa, ésta se gira de improviso y se da cuenta de la indiscreta mirada del sátiro. Sorprendida y visiblemente incómoda, la heredera a la corona octopusiana se tapa con la mano izquierda el pecho y se ajusta el escote del vestido. Avergonzado, el marido de la presidenta de Fuentelisendo procura disimular desviando su mirada hacia el techo y el frente, tralarí tralará.