viernes, 13 de septiembre de 2013

La vida secreta de las piedras

El origen de todo, las piedras. La historia antes de la historia. No es necesario hablar para ser piedra. En el camino silencioso también crecen las piedras. En la ocultación, en el olvido, en la contemplación en apariencia inocente de su vida mineral, la piedra teje su trama inerte y, en silencio, también acontecen las piedras más crueles. Piedras sueltas que están en el suelo; estratificado sea, en su nombre, el camino. Alimentan a dioses que no existen, como si fueran hombres vulgares y corrientes, con el pan nuestro de cada día; mientras que nosotros adoramos a puercos que sí que existen, para que la luna estalle en pedazos y se incendien los bosques. Benditas piedras. Hágase su voluntad, así en la tierra como en el cielo, que nosotros lo perdonamos todo. Con el ceño fruncido. Amén.