jueves, 25 de abril de 2013

Memorias de Xindansvinto‏

1.- Cómo sé que soy especial.


Muchas veces me han preguntado cómo sé que soy especial. Es difícil de decir; digamos que siempre lo he sabido. Ya desde el colegio, sabía que ninguno de los que me rodeaban estaba a mi altura. Como delegado de mi clase, tomé la decisión de ocupar la clase contigua y librar a aquellos pobres chicos del pésimo delegado que habían elegido. No fue una decisión sencilla; tuve que mandar a varios muchachos a combatir al patio, pero, al final, obtuvimos la victoria. Ese día supe que estaba destinado a algo más grande que yo mismo.

2.- La primera vez que supe que no era un ser humano corriente.


La primera vez que supe que no era un ser humano corriente, lo recuerdo bien, fue cuando el Ejército de Demonios Tentaculares voló mi coche conmigo dentro. Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido? Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… Milagroso. Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y, llamándome por mi nombre de pila, me dijo: «Jean Claude, si te he salvado es porque te necesito vivo para que lideres a la humanidad». Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.

3.- El fascinante reto de convencer a todo un país mientras les matábamos.


Me atrevo a decir que George es mi mejor amigo. Compartimos una ambiciosa visión del mundo, la visión de los líderes de la humanidad. George me planteó un reto fascinante, que consistía en convencer a todo un país de que nosotros teníamos razón mientras les matábamos. Nunca antes se había intentado algo tan ambicioso, así que acepté inmediatamente. Fue una gran experiencia de la que guardo muchos buenos amigos.

4.- El fin del mundo no me cojerá dormido.


A mí lo que me jode es que el fin del mundo sea cuando yo ya haya muerto, quiero verlo. Es que cuando yo muera se acaba todo. Si alguien anuncia el fin del mundo para las tres de la mañana procuraré estar despierto, prefiero que el fin del mundo me coja mirando por la ventana que dormido.

5.- Yo lo llamo don.


Creo que un hombre debe cuidarse con independencia de su edad. A todos nos gusta sentirnos sexys, también a mí. Empecé corriendo cinco kilómetros al día; hoy corro veinte y no sudo. Claro que nunca he sudado. Mi médico dice que es un trastorno glandular, pero yo lo llamo don.

sábado, 13 de abril de 2013

Tesis sobre Feuerbach

viernes, 5 de abril de 2013

La falacia y el currículum (III)

Si la entrevistadora es mujer, el currículum es una buena carta de presentación y, en muchos casos, esta primera impresión acerca del postulante será la que le sitúe en la lista de candidatos o de descartados. Contrariamente a la creencia popular y las expectativas de muchas mujeres, el currículum no es una habilidad natural con que se nace. El currículum es una técnica aprendida, por lo que sin una mínima dedicación para enseñarlo o aprenderlo no es posible disfrutar de sus beneficios. Cada mujer es diferente en gustos y aversiones; así que no importa cuán bueno o buena fue alguien con su currículum en el pasado, deberá reaprender su técnica con cada nueva demandante. Aunque sea correcto destacar aquellos aspectos que nos gustaron anteriormente, no es muy aconsejable alardear ni hacer comparaciones.

Históricamente, el origen del currículum como carta de presentación suele asociarse a los juglares. Los juglares, por su condición de artistas ambulantes y su célebre picaresca, acumulaban ricas y variadas experiencias de todo tipo, recorriendo desde humildes aldeas hasta fastuosos palacios. Artistas del entretenimiento, los juglares no sólo dominaban la declamación, el canto, la música instrumental y el ars amandi sino que también eran saltimbanquis, lanzadores de cuchillos, equilibristas, domadores, etc., lo que les hacía especialmente codiciados por las hijas célibes de los grandes mandatarios, aburridas del amor cortés y las hazañerías mojigatas tan propias del espíritu caballeresco de los héroes de las cruzadas. Así pues, cuando los juglares acudían a palacio, debían postrarse a los pies de la dama, meterse bajo sus faldas y ofrecerle su mejor currículum que demostrara, entre otras cosas, su dominio de la lengua vernácula.

Gervasio Mustacchi.
Asimismo, la moda de usar mostacho se popularizó gracias a Gervasio Mustacchi Dansmünchhausen, queriendo significar con sus gruesos bigotes lo versado que estaba en estos menesteres. Aristócrata venido a menos, políglota y de refinada educación, Mustacchi se alistó al ejército siberiano desde donde comenzaron a circular varias historias increíbles sobre sus aventuras, por lo que, en adelante, se prohibió el rasurado del labio superior a los soldados.

La comunicación es muy importante para hacer un currículum satisfactorio. La perceptora debe guiar con instrucciones detalladas y exactas si espera obtener lo que quiere y necesita. Sonidos, chasquidos, jadeos, gestos con las manos, movimientos del cuerpo, caricias indicativas, etc. complementan las instrucciones verbales. Algunas mujeres temen ser demasiado demandantes, pero tampoco han de permanecer insensibles a los esfuerzos demostrados. Igualmente, la falta de interés y entusiasmo frente al asunto, la pasividad o la indiferencia del aspirante, son los errores más comunes en muchas ocasiones y conllevan a la no contratación de muchas personas. Para evitar estos errores, cualquier currículum se puede clasificar según estilo y sabor en diferentes tipos: basic, classic, mini, gourmet, exótico y selección. Una vez que encuentre una forma de estimulación que le sea placentera, manténgala en ritmo e intensidad hasta que ella experimente el orgasmo (si ella quiere, pues no siempre es necesario para disfrutar). Como su lengua puede cansarse, asegúrese de usar labios y lengua para acariciar y chupar sus delicados tejidos alternativamente.