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Instantánea de un rito marciano tomada por La Gallina Vasca. |
Es el triunfo del estereotipo: la palabra convertida en consigna, convertida en respuesta automática, convertida en orden, convertida en código mercantil, convertida en permanente suspensión y aplazamiento de los problemas. Cada desencuentro entre palabra, experiencia y pensamiento produce un estereotipo. Como un desierto que produce más desierto. Y ese mismo desacople ha desarticulado también el pensamiento crítico que, al no asumir positiva y creativamente la crisis de palabras, se limita a repetir las que funcionaron en su día para abrir la realidad y hoy también han cristalizado en estereotipos.
La célebre "neolengua" de 1984 es precisamente un lenguaje enteramente hecho de estereotipos, cuyo solo uso excluía de antemano toda posibilidad de pensamiento independiente, toda contestación. Contra el secuestro de lo real, necesitamos inventar la verdad y luchar a muerte contra los clichés que se nos imponen como obvios, las etiquetas que deshumanizan la realidad (suprimiendo matices, sombras, contradicciones) y los automatismos que, como diría George Orwell, "nos reducen al estado de gramófonos".
No se pronuncia el nombre del poder en vano: «Sabemos lo que hay que hacer y lo vamos a hacer y por eso hacemos lo que hemos dicho que íbamos a hacer y por eso seguiremos haciendo aquello que nos toca hacer, a pesar de que alguno no se crea que vamos a hacer los que hemos dicho que íbamos a hacer». Alea iacta est.
y con el lenguaje octopusiano que se habla??
ResponderEliminarConcretamente a nosotros sólo nos gustan las pausas fónicas, lo que va en medio de ellas son puro relleno para no escuchar a los demás. Que por algo somos el Jefe Supremo...
ResponderEliminarAdemás, en las pausas fónicas es donde van los besos.
Es cierto! me estoy quedando sin lenguaje. voy a decir algo y ya está dicho de antemano...
ResponderEliminarMuy buen post!
Un abrazo.
Pero no deje por ello de decirlo, pues las palabras nunca pertenecieron a nadie y, aunque fueran dichas, no lo fueron por usted.
ResponderEliminarAbrazos saludables.
Claramente es el discurso universitario, que nos objetaliza...segun Lacan.
ResponderEliminarGracias por permitirme aplicar algo que acabo de aprender!
besos de un sujeto a otro!
sildelsur
muchacha ojos de papel
Gracias a usted por decirlo aquí.
ResponderEliminarLo mejor de poder ser sujeto es querer dejar de estarlo. Fuera sujetadores, pues.
Y no deje de sonreir.
Besos, muchacha de los mil nombres.