viernes, 28 de enero de 2011

El patriota ingenioso

Habiendo obtenido una audiencia de Xindansvinto, un Patriota Ingenioso sacó un papel de su bolsillo, diciendo:

— Majestad, tengo aquí la fórmula para construir unas planchas de metal que ningún cañón puede atravesar. Si esas planchas son adaptadas a los buques de la Marina Real, nuestra flota de guerra será invulnerable, y, por lo tanto, invencible. Van incluidos también los informes de los ministros de Vuestra Majestad, atestiguando lo valioso del invento. Cifro mis derechos de autor en un millón de iturris.

Después de examinar los documentos, Xindansvinto los dejó a un lado y prometió al Patriota Ingenioso que le haría extender un pagaré de un millón de iturris por el Ministro del Departamento de Extorsión de Octopus.

— Y aquí —dijo el Patriota Ingenioso, sacando otro papel de otro bolsillo— tengo los planos de un cañón que he inventado y que puede atravesar aquellas planchas. El hermano de Vuestra Majestad, el Emperador de Persia, tiene muchos deseos de comprarlo, pero mi lealtad al trono y a la persona de Vuestra Majestad me impulsa a ofrecérselo primero a Vuestra Majestad. El precio es un millón de iturris.

Habiendo recibido la promesa de otro pagaré, el Patriota Ingenioso introdujo su mano en otro de sus bolsillos, mientras observaba:

— El precio de ese irresistible cañón hubiera sido mucho mayor, Vuestra Majestad, de no mediar el hecho de que sus proyectiles pueden ser neutralizados eficazmente por medio de mi sistema de tratar las planchas de metal con un nuevo...

Xindansvinto hizo una seña al Gran Factótum para que se acercara.

— Registra a ese hombre —dijo—, y dime cuántos bolsillos tiene.

— Cuarenta y tres, Vuestra Majestad —dijo el Gran Factótum, cuando hubo terminado el registro.

— ¡Oh Majestad! —gritó el Patriota Ingenioso, aterrorizado—. Uno de ellos contiene tabaco.

— Cógelo por las piernas, ponle boca abajo y sacúdele —dijo Xindansvinto—. Luego dale un pagaré de cuarenta y dos millones de iturris y haz que le corten la cabeza. Y prepara un decreto estableciendo que, en adelante, el ingenio será castigado con la pena de muerte.

miércoles, 26 de enero de 2011

El origen del nuevo mundo

Desde tiempos inmemoriales los hombres han soñado con la existencia de países fabulosamente ricos más allá del horizonte. Durante generaciones los rapsodas lusitanos cautivaron a las gentes con sus recitaciones inspiradas en los viajes de los primeros reyes allende los mares. Al contrario de lo que muchos temían, era posible navegar miles de kilómetros en sus primitivas barquillas, consistentes en un armazón de madera y mimbre forrados en piel de buey, y, sin precipitarse en los abismos, alcanzar los confines del mundo.

Al igual que en Atlántida, donde sin embargo aún perdura el nomadismo, al norte de Lusitania las antiguas tribus nómadas comenzaron a formar confederaciones. En algunas había reyes. Lo mismo que en Corcos y Batecia, el jefe militar supremo aspiraba ya a la tiranía, lográndola a veces. Aunque estos usurpadores afortunados no ejercían, ni mucho menos, el poder absoluto, comenzaron a romper las viejas costumbres ligadas al comercio itinerante de mero trueque de enseres y favores, y construyeron el primer asentamiento perenne como base de sus expediciones de rapiña: Gallaecia; que enseguida pasó de ser un poblado fortificado que guarecía unas pocas y diseminadas casas de piedra y barro a ser un vasto territorio con una cada vez mayor población sedentaria, y que con el paso de los siglos daría lugar al Reino de Alicia.

Una institución favoreció el advenimiento de la monarquía: las mesnadas. Un jefe guerrero famoso juntaba una banda de gente moza ávida de botín, obligada a tenerle fidelidad personal. Como estas compañías no podían mantenerse en estado de cohesión sino por medio de continuas guerras y saqueos, propiciaron el inicio de la ruina de la antigua libertad popular. Sin embargo, allá donde iban con sus tropas no sólo arrasaban y hacían esclavos, sino que forjaron nuevos asentamientos desde donde acometer sus excursiones de conquista: Hibernia y Armórica, gérmenes de lo que con el advenimiento del Imperio Marciano constituiría una de sus federaciones más conspicuas: Bretonia.

jueves, 20 de enero de 2011

La Caja del Secreto

En su nuevo libro, fruto de quince intensos días de investigación, el autor de “El Código Da Vinci” teje una trepidante historia de engaños y crímenes, en busca del misterio de los Ocho Pulpos de Cristal. Estamos a principios de 2036 y atravesamos duros momentos ante la inminente llegada del holocausto final.

La Paul League con sus
Ocho Pulpos de Cristal.
La Orden del Templo Oriental ha mantenido en secreto el Arca del Ombligo del Mundo durante siglos, escondiéndolo en Cintruéñigo en connivencia con las maniobras conspirativas de Octopus. Un pastelero fracasado a causa de su joroba, Quasimodo Nostradamus, que nunca se fió ni de su padre y que aprendió desde niño a dudar de todo, pero incapaz de predicar con el ejemplo, ha dado con ello de modo fortuito cuando, al tropezar distraídamente con los cimientos de su Catedral preferida mientras le perseguía una zarigüeya bizca, ha atravesado el espacio-tiempo. Rápidamente, el jorobado de Nostradamus encuentra a una intrépida reportera llamada Amélie Poulain, mezclada desde hace años con el ultra secreto grupo de Los Cabalistas de la Dinastía Paul, y sucede un dramático ajuste de cuentas con el insurgente Ejército de Demonios Tentaculares, después de una persecución en Atlántida. Tras una acalorada discusión académica acerca de cómo pronunciaban realmente los gnósticos la letra eñe, sobreviene una encarnizada batalla en Tourmalet poniendo en peligro la continuidad de Octopus, mientras la credibilidad de los poderes premonitorios de la Paul League está claramente en peligro.

Kill Octopus Paul.
“Kill Octopus Paul” es una película siberiana, perteneciente al género thriller y basada en el último libro de Dan Brown, cuya trama se centra en la hipótesis de que el resultado de las últimas batallas de Tourmalet y la subsiguiente demarcación euclidiana de Sextercius, fueron el resultado de un amaño y una conspiración para beneficiar a las casas de apuestas germanas, que no dudaron en usar la violencia y la extorsión para lograr sus objetivos. Según un análisis matemático, suponiendo que la elección de Paul sigue una probabilidad binomial y que todas las banderas tienen la misma probabilidad de ser escogidas, entonces la probabilidad de que acertara 12 de 14 combates es cercana al 0.6%, lo cual se trata de un suceso altamente improbable. Sin embargo, se estima que si el pulpo de cristal actuase influenciado por los designios proféticos de una persona que tuviera en cuenta las probabilidades, el porcentaje podría multiplicarse por ocho, lo que hace sospechar de un adivino vinculado a Octopus: el jorobado de Nostradamus.

Zodiaco jorobado.
Desde la publicación de este libro, muchas personas se han visto atraídas por sus misteriosos versos (comúnmente escritos en cuartillas, de las que sus detractores suelen hacer octavillas en cuanto llegan a sus manos). Su éxito se debe a que en “La Caja del Secreto” se dilucida el ingenioso invento de Quasimodo: un método para oscurecer sus videncias utilizando juegos de palabras y mezclando idiomas, con la intención de evitar una polémica que le condujera a posibles enfrentamientos con la Inquisición. La mayoría de sus seguidores afirman categóricamente que el jorobado de Nostradamus predijo todas las catástrofes del mundo, desde su época hasta el año 2036, fecha en que supone que acontecerá el fin del mundo. También colaboró con la aristocracia, elaborando el horóscopo Ofiuco para la reina Catalina de Médici, prediciendo sorprendentemente la muerte de Xindansvinto y, finalmente, siendo asignado como médico de la corte real por Maximiliano Vladímirovich.

jueves, 13 de enero de 2011

El mundo es ancho y ajeno


Mundua zabala eta arrotza da
Le monde est vaste et étrange
The world is wide and alien
Ciro Alegría
No os diré cómo llegué en silla de montar
hasta aquella escuela
de madera y guano en plena loma de la montaña
a cuatro o cinco horas de la ciudad.
Llegué y, aunque necesitaba pasar de largo por su lado
pues iba a la otra ladera,
al oír la voz del maestro me detuve un momento, curioso,
y escuché frente al cobertizo:
«El mundo es ancho y ajeno» decía
sosteniendo un libro abierto entre las manos.
Por la puerta entreabierta observé que el maestro estaba
de pie entre los niños dictando:
«El mundo es ancho y ajeno» repitió
y los niños bajaron la cabeza
y apretaron los lápices contra el papel
para escribir: «E l  m u n d o...».
El maestro prolongó las sílabas con gravedad
para añadir: «es-an-cho...»
y, después de sostener la voz en sus labios,
concluyó: «y ajeno».
Tras vigilar los ojos negros de los niños,
el maestro, después
de un silencio, como enfatizando la importancia
de la caligrafía insistió
«El mun-do es an-cho...» y, dilatando las letras,
«y a-je-no».
Entonces hizo una breve pausa y luego dijo de nuevo
con fuerza: «El mundo es ancho...»
y los niños, alzando sus ojos de los papeles garabateados,
gritaron: «...¡y ajeno!».

jueves, 6 de enero de 2011

La Iglesia de la Tecnología

La mayoría de los habitantes de Octopus son paganos, siendo los núcleos urbanos los más vinculados a la escrupulosidad asatrú proveniente de las olas de inmigración de libertos desde Walkiria y otros territorios de la diáspora octopusiana, mientras que en las zonas rurales sobrevive el culto vudú originario del comercio africano de esclavos. Ambos ritos conviven, a su vez, con la cada vez más minoritaria secta católica y con la incipiente Iglesia de la Tecnología, que va creciendo en adeptos.

El origen de la Iglesia de la Tecnología no está exenta de controversia. En principio, en los diccionarios de fenomenología consultados parece que existe un consenso intelectual al abordar el mestizaje cultural de Octopus en torno al Triángulo de Corcos y se acepta, por tanto, que existan determinadas influencias alienígenas (como se denomina a todo aquello que provenga de fuera del Imperio Marciano).

En este sentido, parece meridianamente obvio que la actual influencia de la Iglesia de la Tecnología proviene del Imperio Ortodoxo, donde está reconocida oficialmente y subvencionada por el erario público; no obstante, su verdadero origen no está tan claro. Y así, mientras algunos enólogos brindan sucintamente porque la genealogía tecnológica parta de una línea trazada desde horizontes meramente ortodoxos, ciertas manifestaciones públicas de sonrojo (así como un característico tic digital de sus acólitos) hacen sospechar a los expertos en etología humana que su auténtica semilla se siembra en los territorios ignotos y hostiles de la hermética Patagonia Moái, cuyos habitantes viven en situación de aislamiento con el propósito no de retirarse definitivamente a un mundo aparte, sino más bien de trascender en mediadores de la realidad, por lo que son proclives a registrar, codificar y almacenar información, y al parecer se comunican telepáticamente.

A pesar del oprobio que para el negligente Xindansvinto supone que los partidarios de esta iglesia esotérica lo sean a su vez de su gobierno, todas sus maniobras para ilegalizarla fueron en vano. En 1982, el Tribunal Supremo Marciano dictaminó que el gobierno de Octopus no podía declarar que la Iglesia de la Tecnología no era una religión, con el siguiente argumento: «La charlatanería es un precio necesario de la libertad religiosa, y si un autoproclamado profesor persuade a otros a creer en una religión que él propone, la falta de sinceridad o integridad por su parte no es incompatible con el carácter religioso de las creencias, prácticas y ejercicios aceptados por sus seguidores».