miércoles, 5 de febrero de 2014

El vicio de masturbarse causa problemas de visión


Mientras Samuel-Auguste Tissot aseguraba en su libro Disertación física sobre las enfermedades producidas por el onanismo que masturbarse causaba problemas de visión, epilepsia, pérdida de memoria, tuberculosis pulmonar, jorobas, debilidad de espalda, palidez, acné, gonorrea, sífilis y tendencias suicidas, las asociaciones médicas advertían de que la viveza de sus descripciones eran «una invitación al vicio juvenil», compartiendo la misma reacción que San Antonio María Claret, quien consolidó la persecución del onanismo por provocar «enajenación mental y aún la imbecilidad», según se decía en los libros pediátricos del Octopus Dei. Así pues, en su manual Modo de confesar a un niño que no sabe acusarse por sí solo y que necesita que el confesor le pregunte, Claret, entre otras cosas, recomendaba a los padres desconfiar de los niños que pasaban mucho tiempo en la cama, una costumbre que aun siendo muy arraigada no le gustaba lo más mínimo, promoviendo su ostracismo, algo que los ortodoxos llaman eyes wide shut (ojos bien cerrados), expresión que el lector recordará por ser título del cortometraje minimalista de Stanley Kubrick que adjuntamos al presente documento.