أربعة أصابع
Cuatro dedos. Entre la verdad y la mentira no puede haber más que cuatro dedos: la distancia que separa la oreja del ojo. Porque lo que te contaron puede no ser verdad, si te mentían. Pero lo que tú has visto con tus propios ojos sabes que es cierto, y para ti es innegable ya. Por donde vayas proclamarás esa verdad, de la que eres testigo. Y ya no te dejará, porque lo has visto. (Proverbio saharaui)
La verdad no muere. Ni podemos dejar que muera.
ResponderEliminarUn saludo.
La verdad que nace de la experiencia no se borra jamás... aunque traten de arrancártela a porrazos.
ResponderEliminarY compartir una lluvia de porrazos crea vínculos
que
también
son
imborrables.
Haya salud en su república, majestad.
Ya lo decía Manu Chao, "mentira la mentira,mentira la verdad"
ResponderEliminarla verdad de las mentiras
ResponderEliminarBuenisimo, hay mucho que decir sobre la verdad. Y me ha encantado la metafora en que la identifica, con la distancia entre la oreja y el ojo. Entre lo que ve uno con su propia vista y lo que dicen ver los demás. Porque aunque necesitemos contar la verdad, la verdad no puede ser contada. Y es que no hay "dos ciertos" gemelos.
ResponderEliminarA mi me gusta pensar que la que no existe es la mentira, porque por muy fascinante que me parezca la verdad, siento que tengo derecho a disfrutar de mis ficciones.
Lo que es una verdad absoluta, es que me alegro de leerle mi querido rey, y que es muy placentero para mi hacer ruido en sus salones.
Besos.
aja a ver si ahora si me deja comentar esta cosa... que no entiendo la foto, esplíque me usted por favor. :)
ResponderEliminarAinhoa: Cierto, y de ahí esa miríada de lemas "indignados" que se escriben en los muros, lemas como éste: «La calle puede equivocarse, pero nunca miente». Besos.
ResponderEliminarAcapu: Ay, seguir administrando el dolor fue la única cosa que prometieron hacer bien. Como cantaba Evaristo: «Una zona que hay que limpiar, carne humana que despojar... carne blanda, carne, miedo, carne cruda, carne y sangre... los perros, la carne...». Salud.
Chocolate: «La verdad no es considerada como aquel proceso satisfactorio de búsqueda de sentido, sólo interesa la operación eficaz y su racionalidad formularia» (Manuel Muner, en "Las palabras del dominio"). Besos.
Dr. Gordon: «La verdad no es la verdad ni aunque lo diga el porquero de los dioses o el dios de los porqueros. Será siempre una sucia invención de mandarines» (Rafael Sánchez Ferlosio, en "Vendrán más años malos y nos harán más ciegos"). Salud.
María: Ya lo dijo el poeta. «A mí no me importa la Verdad si en su nombre me arrebatan los momentos más intensos, si en su nombre me tapan los ojos, si en su nombre mi corazón queda borrado del mapa... ¿A quién le sirve la Verdad si para él no existe la felicidad, el calor de un beso o la fuerza de un sueño?» (Ximo Segarra). ¡Qué alegría oírla de nuevo! Besos de palacio, que van más despacio.
Adriana: ¿Por qué no vemos su autorretrato? La foto enlaza por el espacio-tiempo con un lugar del Imperio Marciano (pero podría haber sido cualquier otro sitio) donde se cometen tropelías para acallar a quienes protestan por las tropelías cometidas. En el otro enlace se puede escuchar la maravillosa voz de Sorkun cantando en árabe el proverbio saharaui que citamos. Salud y besos.
La verdad siempre, al final sale a la luz. A veces se disfrazan verdades con mentiras que no llevan a ningún lugar.
ResponderEliminarLo que nos cuentan suele estar manipulado ,con un así son las cosas y así s elas hemos contados, haciendo creer como verdades abslolutas hechos que no siempre son tan ciertos, a lo que llego es que entonces una imagen vale más que mil palabras, porque no falsea hechos , los muestra,aunque hoy en día nunca se sabe.
Decir la verdad, y quien la tines, tu, yo? Cada cual tiene sus propias verdades.. aunque a diferencia de María a mi no me guste disfrutar de ficciones que acaban siendo mentiras cradas y creidas por uno mismo..prefiero la verdad, o algo que se aproxime a ella.
"El que busca la verdad ,corre el riesgo de encontrarla"
Por cierto la frase última es de Manual Vicent...
ResponderEliminarThunderbird, gracias por su aportación. Todas son bienvenidas, pues bajar al ágora no implica solamente vindicar el espacio público, de facto y tan campantes, sino también romper la descontextualización del régimen informativo. Como usted, también diría Antonio Machado: «¿Tu verdad? No, la Verdad, y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela».
ResponderEliminarPero, como advierte Ignacio Mendiola, «todo decir, pensar y ver, lleva la huella imborrable de aquello que lo posibilita... Y en esa huella habita la mentira, un se miente que no es nunca inocente, que está impregando de política, de relaciones de poder que confieren forma a la subjetividad». B7s.