Igualmente existen otras dimensiones que se corresponden a otras octavas vibratorias que se encuentran fuera de nuestra comprensión, haciendo la salvedad de que éstas siempre están interconectadas y que forman parte de un sistema de intercambio dinámico radial y vibratorio. Es famosa la historia del personaje animado que vivía en un papel y cuyo mundo era totalmente bidimensional, y así su realidad estaba formada por puntos y líneas sobre un inmenso plano blanco. Era inconcebible para él pensar en objetos tridimensionales, hasta que finalmente tuvo una experiencia intuitiva de ellos. Aunque después insistió tanto en convencer a sus conciudadanos que tuvo que ser encarcelado en beneficio público.
Nuestros cerebros están entrenados a percibir la realidad de una manera determinada, con clasificaciones planas y limitantes. La imaginación siempre las supera. Desenchufarse del universo y cambiar de dimensión es expandir esta forma de percibir la realidad desde el intelecto. Pese a que habitualmente se considera que la octava dimensión es el reino arquetípico, el nivel en el que se remodelan los patrones energéticos de la existencia y del comportamiento de la vida angélica, y cuyas características son el color puro y las pautas regulares de flujo; la dimensión octopusiana se parece más al mundo de los sueños y la imaginación, y en ausencia de miedo puede ser un lugar de consuelo y profundo descanso.
La puerta a dicha percepción lleva algún tiempo abierta a quien sepa cómo tocar su aldaba y al parecer se encuentra en Fuentelisendo, suponiendo que tal lugar realmente exista, conectando nuestros mundos paralelos.
no podría estar en ninguna otra parte que en fuentelisendo...
ResponderEliminardichas aparte, es que la narrativa tuya... es GENIAL
No sabríamos localizar Fuentelisendo en sus coordenadas, pero en Sextercius es la capital de Castillos de Arriba; por si le sirve de algo a usted, a Debord o a la metodología de la tergiversación. Nuestro escriba le da las gracias.
ResponderEliminarCada uno se enseña (sin saberlo) a ver su propia realidad, más allá de una colectiva. Es lindo leer las realidades ajenas, somos todos muy interesantes, creo yo.
ResponderEliminarCierto, sí. Por ello nada tan bueno como compatir los diferentes modos de ver la realidad, pues eso amplía la perspectiva a... (¿cómo lo diríamos?) ...nuevas dimensiones. Gracias, sus visitas son muy estimulantes.
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