Todo empezó porque no podía llegarse a Trauko a pie. Como prevención ante las críticas a su ineficacia para solventar este problema, el Consejo de Caminos y Prevendas, recién constituido tras el acuerdo tomado en Corcos, mandó un destacamento militar para supervisar la estrategia de fomento.
Entonces estaban cavando unos túneles subterráneos que comunicaban las ciudades principales sin tomar en consideración el acceso a Via Vieja por funicular. La siguiente decisión polémica fue numerarlo todo mediante el sistema sexagesimal imperante en la mayor parte de Sextercius.
Ataviados con taparrabos y el típico cefalópodo en la cabeza, los primeros insurrectos fueron los más ancianos del lugar. Hartos ya de contemplar las obras sin hacer nada de provecho, se rebelaron en sanguinario y desigual enfrentamiento con las tropas de Octopus. Finalmente, tras ser diezmados, el sistema sexagesimal fue adoptado a pesar de que nadie, ni siquiera los grandes jefes tribales, supiera utilizarlo.
Qué lío, no?
ResponderEliminarUn lío viejuno, ciertamente.
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