lunes, 13 de mayo de 2013

La materia del tiempo

Xindansvinto y su partido del futuro.
Xindansvinto está fascinado por el futuro; y la política de Octopus, bajo su órbita, es una especie de mundo subatómico o no euclidiano donde es bastante fácil que la parte sea más grande que el todo o que dos objetos estén en el mismo lugar simultáneamente.

Consciente de que ver lo que tenemos delante de las narices requiere una lucha constante y que todos somos capaces de creer cosas que intuimos como falsas, sabe que si su acción de gobierno lo requiere podrá retorcer sin pudor los hechos para mostrar que tiene razón. Una depurada técnica de persuasión en la que sean finalmente los propios gobernados quienes asuman como necesarias sus tergiversaciones, a menudo le evita recurrir a la porra.

Aunque el final de su mandato estuvo envuelto en una espiral creciente de escándalos, éstos fueron eclipsados en parte con su ensayo The Matter of Time; obra que tuvo grandes halagos de la crítica a pesar de su complejidad y un gran éxito comercial gracias a la publicidad. Considerada la reflexión más completa atribuida a Xindansvinto en torno a la fisicidad del espacio y la naturaleza del tiempo, ejerció una fuerte influencia en campos tan diversos como la filosofía, la sociología, la historia, la comunicación, la antropología, las artes escénicas, la escultura y la crítica literaria, generando todo un movimiento político-cultural que fue conocido como la Transición. Según esta obra, «tiempo y espacio son particularidades de estructura de la acción causal» en que determinadas propiedades ontológicas del espacio se derivan de ciertas propiedades del tiempo, quedando el espacio-tiempo como matriz de toda realidad que, a su vez, determina su virtualidad dimensional.

Más concretamente, este nuevo paradigma proclama que la libertad de información no ha de tener límites («sea auténtico, rechace limitaciones»); pero en la práctica será el Ministerio de la Verdad quien atribuya mediante un algoritmo dónde se hallan estos y cuál es su naturaleza para que, una vez inmersos en el espacio real del observador, cada cual pueda decir todo con tal de que su decir no haga nada. El espectador, cuya experiencia con el objeto pasa a formar parte esencial de su significado, recibe su dosis de sentido y asiste a una representación simulada y verosímil.

Esto último cumple un papel fundamental, ya que, como sostiene Xindansvinto, «quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controla el futuro, cualquier tiempo pasado es pretérito y no hay mejor futuro que un buen presente». Consignas que serán reiteradas por su carácter tautológico en los diversos congresos y manifiestos del Partido X para catalizar en su provecho el ethos colectivo.

5 comentarios:

  1. Hoy he leído riéndome, por haber mirado primero tan simpática ilustración, aunque se trate de un asunto serio. "Quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controla el futuro, cualquier tiempo pasado es pretérito y no hay mejor futuro que un buen presente". Esa traca final, me mató.

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  2. a Xindansvinto le hace falta reproducirse y tener xinadscitos para dejar de pensar tantas pendejadas geniales.

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  3. Devastiel: No sabe lo que nos agrada que se ría con nuestros asuntos. En serio. Jajaja. Y es que parece como si 1984 tuviera que repetirse una y otra vez. ¿Su mundo también está repleto de bromas absurdas como el nuestro?

    Adriana: Ah, no nos desparrame nuestras pendejadas con su conato conspirativo. ¿Que van a pensar Garza, Tirria y Colibrí?

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  4. Todo tiempo pretérito ya pasó...

    Excelente!

    Saludos!

    J.

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