Siento llegar tarde una vez más. No es que el metro se haya roto o que la caldera haya explotado, esta lentitud debe formar parte de un plan maestro. He pasado otra noche en danza. Esta vez era un cementerio, pero no era un lugar lúgubre, era fresco y exuberante como un jardín tropical. Las tumbas eran peceras inmensas donde nadaban peces de todos los colores imaginables. Había miles de mariposas a mi alrededor y enormes magnolios donde los pájaros conversaban cantando entre las ramas. Yo iba saltando feliz de piedra en piedra sin ropa alguna. Más allá del muro, era el mundo el que estaba habitado por fantasmas.
Christina Rosenvinge
«Lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano». George Orwell.
ResponderEliminarmaravilloso, maravilloso
ResponderEliminarQuizá nos vimos, nos vemos, o nos veremos por allí un día de aquellos, estos, o los que están por llegar.
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